En este manual usted conocerá acerca de cuáles son y cómo se manifiestan los frutos del espíritu. En este contraste con los frutos de la carne, los del Espíritu traen una paz y un crecimiento espiritual sin igual. Cada cristiano debe procurar estos frutos para su vida y atesorarlos de una manera especial; pues estos son su testimonio al mundo de lo que Dios ha hecho en su vida; para que cuando Usted hable de Él, el reflejo de Dios en usted acompañe sus palabras y éstas tengan mayor impacto.